viernes, 17 de julio de 2009

Nuevo tratamiento para el cancer de cuello de útero

El cáncer de cuello de útero es el segundo en frecuencia en la población femenina mundial. Cada año se registran 500 mil nuevos casos de los cuales aproximadamente la mitad fallece por la enfermedad. Durante los últimos 50 años la tasa de incidencia y mortalidad del cáncer de cuello de útero han venido descendiendo en la mayor parte de los países desarrollados, gracias fundamentalmente a la aplicación de programas de prevención (implica la realización del PAP anualmente como control en mujeres en etapa sexual activa).

A diferencia de lo que ocurre en los países desarrollados, esta patología, ocupa el primer lugar entre los cánceres ginecológicos en países en vías de desarrollo y en zonas con niveles socio culturales bajos. Esto se relaciona con los factores de riesgo que son la promiscuidad, mantener relaciones sexuales sin preservativo, el inicio de relaciones sexuales a temprana edad, ser HIV(+), la infección por HPV y el tabaquismo. En la República Argentina, las provincias con mayor incidencia son las del norte: Salta, Jujuy, Formosa, Chaco y Corrientes.



El tratamiento estandar del cancer de cervix localmente avanzado es la combinación de radioterapia y quimioterapia a base de cisplatino, con una tasa de supervivencia relativa a los 5 años del 57.7%.

El Dr. Dueñas-González presentó su investigación basada en mujeres con cancer de cuello de útero localmente avanzado en una sesión oral del American Society of Clinical Oncology 45th Annual Meeting. En ella adicionó gemcitabine a la quimioterapia con cisplatino y la radioterapia mejorando la supervivencia global y el tiempo libre de progresión.

Este investigador explicó que, con un seguimiento medio de 3 años, la supervivencia libre de progresión fue del 74% en pacientes que recibieron gemcitabine, en comparación con el 65% de los que recibieron tratamiento estándar, y esta mejora alcanzó significación estadística. En el grupo de gemcitabina se observó una mejora en la supervivencia global (78% vs 69%; log-rank P = ,0224), y el tiempo a enfermedad progresiva también mejoró significativamente (log-rank P = ,0008).

En este ensayo multinacional de fase 3 (dirigido en Argentina, México, India, Bosnia y Herzegovina, Pakistán, y Panamá), se aleatorizaron 515 mujeres con estadío IIB a IVA que no habian recibido tratamiento previo con un Karnofsky de 70 o superior a uno de los dos grupos de tratamiento:
-El grupo de gemcitabine recibió 40 mg/m2 de cisplatino seguido de 125 mg/m2 de gemcitabina semanalmente x 6 dosis con radiación concurrente de haz externo (50,4 Gy en 28 fracciones [1,8 Gy 5 días a la semana]), seguida de braquiterapia (30–35 Gy) y después dos ciclos adyuvantes de 21 días de gemcitabina (1000 mg/m2 en los días 1 y 8) junto con cisplatino (50 mg/m2 en el día 1).
-El grupo de tratamiento estándar recibió 40 mg/m2 de cisplatino semanalmente x 6 dosis con radioterapia concurrente de haz externo seguida de braquiterapia, administrada como en el grupo de gemcitabina.

Es importante destacar que la incidencia de toxicidades grado 3/4 fue significativamente más elevada en el grupo de gemcitabina que en el grupo de tratamiento estándar (86,5% vs 46,3%). En el grupo de gemcitabina, murieron dos pacientes por causas probablemente relacionadas con su tratamiento; en el grupo de tratamiento estándar, no murieron pacientes. Si bien en la discusión del trabajo se interpretó esto como clínicamente aceptable debemos tenerlo en cuenta a la hora de indicar el tratamiento y evaluar adecuadamente a las pacientes antes de iniciar el protocolo.

American Society of Clinical Oncology (ASCO) 45th Annual Meeting: Abstract CRA5507. Presented May 31, 2009.

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